¿Puede la Inteligencia Artificial (IA) ayudarnos a hacer ciencia? Las respuesta, categórica, es sí. Ya lo está haciendo en muchos campos, particularmente en la Física de los más grande (astrofísica) y de lo más pequeño (partículas fundamentales) y está siendo usada con profusión en la denominada teoría del todo, que llevaría la Teoría de la Gran Unificación a incluir la gravedad.

En estos ámbitos, quizá los únicos de la Física y de la Química para los cuales no se conocen sus ecuaciones, las técnicas de IA que están haciéndolo posible de denominan de regresión simbólica, ya que permiten obtener leyes científicas cerradas e interpretables por humanos. Sin embargo, se ha demostrado recientemente que la regresión simbólica es un problema NP-complejo y que, por tanto, con frecuencia nos causará problemas encontrar esa solución.

Por ello es muy frecuente utilizar técnicas que encuentran leyes científicas no interpretables, que ofrecen una flexibilidad mucho mayor y que son considerablemente más fáciles de desarrollar. No por ello son menos útiles. Se están utilizando en el desarrollo de robots para permitirles interactuar con el entrono que les (nos) rodea, para dotarles de una comprensión del mundo físico en el que tienen que moverse.

En este tema se hace un pequeño repaso de los métodos más extendidos y de las técnicas más populares en este campo, junto con alguna de las aplicaciones más extendidas.